La estadounidense Nikole Mitchell creció en una familia bautista muy conservadora, con roles de género fuertes y estereotipados que pueden hacer saltar de indignación a cualquier feminista. Sin embargo, ahí empezó a dar señales de que quería hacer algo distinto.
Por ejemplo, Nikole se convirtió en pastora, una decisión que sus padres consideraron "rebelde" porque era un rol destinada para los hombres.
"Crecí escuchando que a las mujeres no se les permitía dirigir y que su lugar era en la cocia y cuidar a sus hijos" , dijo en un informe del "Daily Styar".